A veces los recuerdos te asaltan, sin previo aviso, y sientes que el corazón se detiene en el instante entre dos latidos...
Entonces, la distancia entre nosotros es tan grande, que tus ojos no me ven.
Y cuando veo las lágrimas resbalar por tus mejillas, siento que ni el abrazo más fuerte, ni el beso más cálido, harán que regreses a mi lado.
miércoles, octubre 14, 2009
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