martes, septiembre 28, 2010

Maestros de la vida cotidiana

Hoy he aprendido algo valioso de una niña de quince años. Bueno, me mataría si oyera que hablo de ella como una niña...
·
Me ha enseñado una parte de mí que no conocía, que no me ha gustado, y, más aún, me ha hecho ver cómo puedo cambiarlo. Me ha recordado cosas que ya sabía, pero que tenía olvidadas por comodidad. Digamos que ha provocado un cambio de paradigma en mí. Y lo ha conseguido con sólo un par de frases.
·
La lección ha sido importante, pero sobre todo me ha hecho pensar en las personas que nos enseñan con su actitud, con su forma de hacer las cosas, de tratar a los demás, de enfrentarse a los problemas, de ser cada día como son.
·
Y ellos no se dan cuenta.
·
El último año la vida me ha puesto a tiro a algunos de estos maestros, me han enseñado lecciones valiosas, y aún ando aprendiendo de ellos, pero... shhhhh... ellos no lo saben...
·
Vaya desde aquí mi agradecimiento a todas esas personas, esos maestros de la vida cotidiana, que esperan en cada parada de autobús, en cada comercio pequeño, en cada rincón de todas las ciudades del mundo.
·
Maestros anónimos ¡Gracias!